Quienes tienen un rol clave en permitir la circulación de los elementos, son los organismos descomponedores, como las larvas o bacterias, las que pueden hacer retornar al suelo algunos nutrientes desde organismos muertos, siendo estos absorbidos por las raíces de las plantas y comenzar a circular nuevamente por los distintos niveles tróficos.

Es importante que los elementos fluyan entre los organismos, pues todos los organismos necesitan de estos elementos para las variadas de sus funções.

Si desaparecieran las bacterias del suelo las plantas no podrían aprovechar varios de los nutrientes del suelo, ya que las bacterias, por ejemplo, son capaces de tomar el nitrógeno gaseoso atmosférico y convertirlo en formas que las plantas puedan aprovechar, y además participan en la descomposición de organismos muertos, con lo que devuelven al suelo algunos nutrientes importantes para las plantas.

Los ciclos biogeoquímicos cumplen un rol fundamental en la naturaleza, pues gracias a ellos se produce la circulación de elementos químicos entre los seres vivos y el medioambiente. Los seres vivos requieren algunos elementos en grandes cantidades, los que se denominan macronutrientes. Entre ellos se destacan el carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre. Estos elementos y sus compuestos constituyen cerca del 97% de la masa total de la célula. Aquellos elementos que los seres vivos requieren en pequeñas cantidades se denominan micronutrientes y conforman el 3% restante de elementos que requiere un ser vivo para llevar a cabo sus procesos metabólicos. Tanto los macronutrientes como los micronutrientes circulan a través del aire, agua, suelo y los seres vivos. Gracias a los ciclos biogeoquímicos, los elementos pueden ser usados una y otra vez por otros organismos.